Anacronismos: Reyes e Iglesia en el siglo XXI

anacronismo.
(Del gr. ἀναχρονισμός).
1. m. Error que consiste en suponer acaecido un hecho antes o después del tiempo en que sucedió, y, por ext., incongruencia que resulta de presentar algo como propio de una época a la que no corresponde.
2. m. Persona o cosa anacrónicas.

Sabía que hoy coronaban a Felipe VI, «el preparado», pero he decidido no estar al tanto del proceso ni de las informaciones que estoy segura que han inundado las redes sociales con tan regio evento. Desde el día en el que Juan Carlos anunció la abdicación me he ido indignando día sí, día también con toda esta farsa. He tenido que leer y escuchar todo tipo de sandeces en relación al monarca y su legado, llegando al colmo del oxímoron con la unión de dos palabras: «monarquía moderna» en relación al príncipe y cuya combinación casi hace que me estalle la cabeza. Los medios tradicionales del régimen se han dedicado a fondo para minimizar las manifestaciones de miles de personas que pedimos que se nos consulte la forma de Estado en el que queremos vivir. Siguen tratándonos como niños que no saben y ese paternalismo asqueroso me revienta.

Por todo eso, y por miedo a los francotiradores digitales, atentos a cualquier signo de insurgencia (no se nos afee la coronación), había decidido tomarme la mañana con calma: desayunar relajadamente, seguir leyendo un libro que me tiene enganchada, escuchar algo de música sin pensar en toda esa vorágine que nos rodea… Pero no contaba con el update paterno.

Hola padre.
— Ya lo has conseguido. Ya tenemos coronado a Felipín —mi padre y yo hablamos siempre con muchas coñas y con (a veces) exceso de sarcasmo— Ahora están saliendo todos al balcón. Muy azul todo: azul militar, azul cielo…

Aunque no lo hubiera querido ver ya estaba mi padre contándome los detalles de la coronación retransmitida a bombo y platillo por TVE, la televisión pública. Sí, esa que pagamos todos. Luego ya ha empezado a contarme los chistes que le han ido llegando por WhatsApp (cómo se me ha modernizado con sus 66 añitos…), el del ex-rey Juan Carlos dándole las gracias a del Bosque por el esfuerzo que estaba haciendo “la roja” para llegar a la coronación (jaja), y otros de tipo absolutamente procaz que he decidido eliminar de mi memoria.

— El humor que no falte.

Y estoy de acuerdo. Aunque el humor no nos saque de esta situación, es necesario que sigamos riéndonos para no caer en la desesperación (que lamentablemente sentimos algunos).

 ¿Estás en casa?
— Sí, aquí es fiesta, el Corpus.
— ¡Anda, claro! Ahora entiendo entonces la carta del arzobispado. Espera que te la leo.

Mi padre tiene una tapería en Cartagena y recibe esta carta en calidad de propietario el establecimiento. Os pongo a continuación la cartita de marras, porque no podía creerme semejante texto y le he pedido que me la mandara en una foto.

 

2014-06-19_carta-arzobispado-cartagena
Dejando a un lado la frase demencial (sí, demencial, y quien se sienta ofendido que piense un poco antes de enfurecerse) que dice “…seguros de que Nuestro Señor Jesucristo se lo recompensará al igual que la Santísima Virgen María, Madre de Dios y nuestra”, no sé hasta qué punto esta solicitud está amparada por la legislación municipal. Me parece a mí que solicitar el cese de actividad de la terraza de un bar para que la procesión no sea importunada argumentando que “no le supondrá ningún tipo de pérdida” es como de risa (de la de «me río por no llorar»).

Habrá gente que diga “bueno, está pidiendo la colaboración, no te obligan a cumplir nada”. Claro. En los lugares pequeños, una carta así no sólo es una petición amable, no seamos tan ingenuos. El miedo a la represalia está marcado a fuego en nuestro país, y más sabiendo el poder que a día de hoy sigue teniendo la iglesia católica dentro y fuera de las instituciones del Estado. La otra respuesta que seguro que alguien me da es lo de “total, ¿qué más dará si sólo son unos minutos y es para respetar la fe de esas personas?”. El “qué más da” es uno de los cánceres de este país porque en esa dejación de posicionarse defendiendo tus derechos y principios radica el abuso de ese poder. Un poder sibilino y perverso. Además, yo respeto a la persona que se gane mi respeto, no a alguien por el mero hecho de llevar un símbolo del tipo que sea (banderas, cruces, coronas… todos abalorios). Pero me niego a respetar que se invada la vida pública con elementos religiosos y encima tenga que darles las gracias por perdonarme la vida.

Con lo que la carta me repugna doblemente.

Por otro lado, ¿no tiene nada mejor en lo que gastar el dinero el arzobispado de Cartagena que en hacer un mailing para que pase un rito? Seguro que por algo así, si ocurriera en Madrid en la Puerta del Sol no salían las asociaciones de comerciantes a protestar. Me apuesto lo que queráis. Digo más, si tenemos en cuenta que el Corpus Christi es el jueves que sigue al noveno domingo después de la primera luna llena de primavera del hemisferio norte, ¿será realmente una celebración creada por los cristianos o estaremos como en tantas ocasiones ante una fiesta pagana reconvertida por obra y gracia de la Santa Madre Iglesia? Aunque no fuera así, y verdadaramente es una celebración establecida por cristianos, me parece perfecto que la hagan utilizando los permisos pertinentes que estipula la ley en cada caso. Pero me parece vergonzoso e indignante que, como si de unos mafiosos se tratara, manden cartas para «pedir» que los que no están en la procesión no molesten bebiendo o comiendo en terrazas para mostrar respeto a su tradición.

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