«El 15-M nos ha dado otra forma de entender la cultura»

[Entrevista publicada en Público]

Stéphane M. Grueso, Patricia Horrillo y Pablo Soto lanzan la obra transmedia ’15M.cc’

HÉCTOR JUANATEY | Madrid | 06/01/2012 | 08:00

El programador Pablo Soto (Madrid, 1979) supo desde un principio quién debía hacer «el documental» del 15-M. Lo vio claro después de visionar Copiad, malditos, de Stéphane M. Grueso (Sevilla, 1973), a quien conoció bien durante la acampada en la Puerta del Sol. Soto —que hace poco ha ganado un juicio contra varias discográficas por programar software P2P— estuvo varios días «tirándole fichas» para convencerle. No lo consiguió hasta una noche a las cinco de la madrugada, cuando le envió a Grueso «una oferta que no podía rechazar». A través del correo electrónico, se comprometió a escribir un libro sobre el Movimiento 15-M si el cineasta aceptaba grabar el documental. Así fue. Tras varias conversaciones y la posterior unión de la periodista Patricia Horrillo (Madrid, 1977), nació el proyecto 15M.cc, cuyo objetivo, según coinciden sus tres creadores, no es otro que difundir el 15-M.

¿Cuál es la idea inicial del proyecto?

PABLO SOTO15M.cc es un proyecto transmedia que pretende tener para el 15 de mayo de 2012 tres obras que son parte de un mismo ejercicio creativo-experimental: un documental, un libro y una página web.

STÉPHANE M. GRUESO: La idea era hacer algo donde el principal objetivo fuera la difusión. Todo el proyecto está montado en torno a eso. Suena muy pedorro, pero la motivación es la misma del 15 de mayo. Entonces, pensamos: «Aquí está pasando algo, no sé lo qué es, pero quiero participar». Y siete meses después seguimos pensando lo mismo: «Aquí está pasando algo, no sé si lo entendemos, pero queremos hacer algo para ayudar». Y nos hemos puesto un año para hacer esto.

Participar del movimiento contándolo.

P. S.: Exacto. Nosotros no somos muy manifestables, no solemos crear consignas.

S. G.: Yo la verdad es que tampoco me metí muy dentro, no participé en ninguna comisión.

PATRICIA HORRILLO: Es curioso pero cuando surgió el 15-M los tres reaccionamos de una manera similar. Participamos de él contando lo que pasaba a través de Twitter.

Se trata de un proyecto totalmente ‘copyleft’.

S. G.: Tenemos una licencia totalmente copyleft que incluso permite el aprovechamiento comercial de la obra. Queremos que se vea, que se vea y que se mueva.

P. S.: Somos muy adictos a la cultura libre. Hay una frase que no sé si era de Amador Fernández-Savater o de De la Fuente, que decía que el 15-M era una «máquina de generar procomún».

P. H.: También buscamos explicar qué significa esto de una licencia copyleft. Yo misma estoy aprendiendo lo que es el procomún: revertir en el resto de la sociedad. Todo esto es parte del 15-M. Es otra forma de entender la cultura.

P. S.: Por ejemplo, en el documental no usaremos grabación propia excepto en las entrevistas. El resto del material será de otros, por lo que tenemos que explicarle a todo el mundo en qué consiste la licencia que usamos.

P. H.: La duda que tienen siempre es… ¿Si cedo material podría usarlo? ¿Podría venderlo? Tú puedes hacer lo que quieras con tu material pero si nos lo cedes, nosotros lo usaremos de esta forma.

S. G.: En definitiva, con este proyecto lo que queremos hacer es liberar el código del 15-M. Hemos vivido la experiencia, vamos a contarla y además te daremos las herramientas para que tú hagas lo mismo.

P. S.: Nosotros guardaremos todo el material y luego la gente podrá usarlo.

P. H.: No tenemos nada de hermetismo, nada de imágenes exclusivas… Lo que hay es lo que la gente va a aportar y todos podrán usarlo. Y siempre habrá cosas que no se cuenten porque puede que no tengamos de todo el material, de ahí que sea importante difundir al máximo el proyecto.

¿Cómo se financiarán las tres obras?

S.G.: Hemos decidido que vamos a financiarlo todo entre nosotros y, una vez que terminemos, intentar recuperar la inversión. Vamos a hacerlo todo público, explicaremos el presupuesto, etcétera. También pondremos nosotros mismos el material. Y si conseguimos recuperar lo invertido, se destinará a un proyecto similar.

P. H.: Una vez que las tres obras estén disponibles, dispondremos de un espacio de donación para que quien quiera ayudar de forma voluntaria pueda hacerlo. No podemos pedir nada antes porque es un experimento y no sabemos cómo saldrá. Puntualmente, de todos modos, sí usaremos herramientas como Goteo.org, basadas en el crowdfunding. Por ejemplo, para cosas concretas como la posproducción o la difusión. O si incluso nos surgen cosas como viajar a un determinado sitio para contar lo que estamos haciendo, pediremos ayuda.

P.S.: La cuestión es también la libertad creativa. Y no puedes defraudar a nadie si lo financian antes. De este modo, disponemos de libertad.

S.G.: Así mostramos respeto. Queremos hacer nuestro el 15-M, luego tú lo ves y si te gusta, apoyas.

P.H.: Esto es, al mismo tiempo, un experimento para ver si se puede vivir de la cultura libre. Que no se vea sólo como algo altruista. ¿Se puede vivir realmente de esto? Lo veremos.

¿El documental, el libro y la web serán independientes o se complementarán?

P.H.: Se complementarán. La web es como la base. Es ella la que permitirá por un lado la elaboración del texto del libro. Será una página interactiva, como un árbol de ideas. La gente podrá entrar en cada concepto y añadir un texto desde el punto de vista que quiera. Será un espacio vivo. Cuando se termine el proyecto lo contendrá todo: el libro y el documental. Y la parte interactiva seguirá en marcha. Será como una nueva experiencia.

P. S.: Sí, en ese sentido queríamos poner un nombre con retranca. Y hemos optado por lo de banco de ideas para recuperar el concepto de banco como algo donde se guardan cosas de valor. Lo mantendremos con licencia libre, para que cada uno pueda aprovechar su código para crear otros bancos de ideas. Todo lo que entre en el banco, cogerá licencia abierta. Es un banco guay.

¿Cómo se escribirá el libro?

P. S.: El experimento creativo del libro puede ser la leche, porque mi objetivo es hacer lo que se hace con el software libre: remezclas sin miramientos y sin egos, buscando la mejor obra posible. Ahora las obras colaborativas son de colectivos bajo un nombre o sucesiones de textos de distintos autores con diferentes estilos. Aquí la historia está en coger el texto que la gente quiera aportar en base a un árbol de ideas. Todos esos textos pasan a formar parte de ese banco de ideas de la web y el libro será una remezcla de los mismos. Una obra colaborativa.

P. H.: Su objetivo será explicar el 15-M en general: cómo ha surgido, cuándo…

¿Y el documental?

S. G.: En el documental también se harán cosas nuevas. Por ejemplo, vamos a hacer una primera versión de la escaleta y la colgaremos en la web para discutir sobre ella. Preguntaremos, entre otras cosas, dónde deberíamos acabar la película. Buscamos que la gente opine. Todo se basará en reuniones presenciales cada mes y ahí debatiremos y trabajaremos en la edición colectiva. A mí esta película no me importa que sea peor si el proceso ha sido así. Evidentemente, nos reservamos el derecho de dictador benévolo, si no pasará lo que a veces en las asambleas [risas].

¿Qué ha supuesto el 15-M?

P. H.: Para empezar, un cambio. Ha habido un cambio en la sociedad y eso es lo que queremos contar.

P. S.: Antes no nos saludábamos casi. Ahora nos juntamos 600 a pedir parques para nuestras mascotas.

S.G.: Hemos recuperado al vecino, sí.

P. H.: Supone un despertar colectivo. Nos hemos dado cuenta de que el otro es igual que nosotros. Nos indignamos colectivamente y siempre desde una perspectiva positiva. Lo de indignado no consiste en estar de mala leche todo el día.

P. S.: De momento, el 15-M está reestructurando la sociedad civil, que estaba desmantelada.

S. G.: Y todo esto de una forma inclusiva no violenta.

P. S.: Todos recordamos la imagen de los Mossos golpeando con la porra, mirándola y diciendo: «Esto no funciona». La no violencia es una idea fuerza muy potente.

P. H.: Y eso no quiere decir que todo sea perfecto ni que todos estemos en el mismo punto. La grandeza del 15-M es precisamente esa, que no hay vallas que lo delimiten.

S. G.: Hay además otro punto importante y es que tenemos razón. Mucha gente es del 15-M y no lo sabe. Les explicas lo que pedimos y coinciden en muchas cosas. Entonces les dices: «Eres del 15-M, felicidades». Estoy tan convencido de que tenemos razón que eso da muchas fuerzas.

¿Cómo se presenta el futuro?

P. H.: Lo importante es que nos movemos, no hacia dónde vamos.

S.G.: Yo me lo tomo con paciencia. El 15-M no era para este verano, para este 20-N o para dentro de cuatro años. Sin duda las cosas van a cambiar. Ahora mismo el 15-M se percibe como un estado de ánimo. Todos estamos trabajando y eso cambiará las cosas. A lo mejor ni siquiera somos nosotros sino nuestros hijos los que ven el cambio. Somos pacientes.

P. H.: El problema es pensar que esto puede cambiar de la noche a la mañana. Antes debe calar, no se puede imponer nada. Somos un país que no se toma las cosas muy deprisa. Ahora por lo menos nos hemos dado cuenta de que no hay que esperar. La democracia no es votar, sino vivirla.

S.G.: Estamos en movimiento, que no es poco.

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